Hace poco más de un año, el 28 de setiembre de 2019 en el Hotel Los Calizos de Rascafría, IRENE y JORGE se miraron de nuevo a los ojos en su ceremonia de boda para intercambiarse rosas, como parte de su rito de unión, y para seguir confirmándose entre ellos como el Ying y el Yang. El símbolo inseparable, poderoso y cambiante que les recuerda que se tienen el uno a la otra, y viceversa, para seguir adelante con su amor.
El equipo «J-I» (como sus iniciales) en el que el lema principal es «Corta, para y vuelve a empezar» …pero siempre juntos, apreciándose y acompañándose.
Estoy seguro que esa fuerza que les unió ese día continúa hoy mismo uniendo el amor entre ellos para seguir firmando esa figura de fuerza inseparable.
Por muchos años más. Felicidades.





